domingo, 18 de septiembre de 2011

No temas yo estoy contigo... Isaias 41,10



A que temes hermano/a, A la muerte, a la pobreza, a tu jefe, No se a que le temes, pero cuando tu crees en todo lo que vales y lo Dios es capaz de hacer y tienes fe NO TENGAS MIEDO Y LEE LA PALABRA DE DIOS EN...

ISAIAS 41, 10No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 


domingo, 4 de septiembre de 2011

SAN MATEO 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

SAN MATEO 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.





Si hay que pedir, pero recuerda que lo que pidas si tiene que agradar a Dios, las riquezas no desagradan a Dios, pero pide que tu interior sea toda riqueza, ya que las raíces  de tus frutos son tus pensamientos, tus sentimientos mueven tu mundo tus acciones. La sabiduría, el perdón, la paz interna, son buenos fundamentos, para la riqueza, tanto espiritual como material...

Te diré como las oraciones dan mayor resultado, antes de dormir cuando ya estas en tu cama, cierra tus ojos y mirate gozando lo que pides dando gracias por lo que pides como si ya lo tuvieras aunque no lo tengas, y en la mañana antes de levantarte de tu cama, haz tus peticiones de esta forma y si lo haces con mucha fe veras tus peticiones cumplidas

JESUS CALMA LA TEMPESTAD... San Marcos 4:35,41

JESUS CALMA LA TEMPESTAD... San Marcos  4:35,41.




No importa la tempestad que estemos pasando si llevas a Jesús en tu barca en otras palabras en tu corazon en tu vida no naufragaras... lee a continuacion ese fragmento de la Biblia....


4:35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado.
4:36 Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas.
4:37 Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.
4:38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
4:39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
4:40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
4:41 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?





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