Concluyeron las tareas de conservación y estabilización de la impresionante Puerta de los Leones en el este del muro de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Esta es la última de las siete puertas abiertas de la muralla de la ciudad, que fueron tratadas con rigor y profesionalidad en los últimos años por el Departamento de Conservación de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
La labor se realizó en el marco del proyecto integral de rehabilitación de las Murallas de la Ciudad Vieja, con fondos provistos por la Autoridad de Desarrollo de Jerusalén y la Oficina del Primer Ministro.
En dicho trabajo, que duró cinco años, las paredes que se conservaron fueron construidas y renovadas a mediados del siglo XVI por el sultán otomano Suleiman I.
Todas y cada una de las piedras en el muro fueron fotografiadas con un láser, documentadas y estudiadas. Aproximadamente 1.000 piedras deterioradas se estabilizaron, 2.000 metros cuadrados en la parte superior de la pared se afianzaron y se sellaron para evitar la penetración de agua, 350 almenas y troneras fueron conservadas, 2.000 metros cuadrados de piedras en la pared fueron desmantelados y reconstruidos debido a la vegetación que había arraigada en ellos y un total de 5.000 metros cuadrados de superficie de los muros se limpiaron.
/> De acuerdo con Aner Ozeri, el funcionario a cargo de la Autoridad de Desarrollo de Jerusalén, “Las paredes se limpiaron y se estabilizaron para los visitantes de la ciudad, manteniendo su autenticidad y su aspecto original. Vamos a seguir trabajando para mejorar el aspecto de la ciudad vieja y su conservación”.
Según el Sr. Raanan Kislev, director del Departamento de Conservación la Autoridad de Antigüedades de Israel, “estamos muy contentos y orgullosos de completar la conservación y rehabilitación de los muros de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El proyecto es uno de los más complicados, más grandes y más importantes que se han llevado a cabo en el país y los mejores profesionales del Departamento de Conservación -arquitectos, conservadores e ingenieros- estuvieron involucrados.
Ahora que se ha retirado todo el hollín y la vegetación, los riesgos de seguridad que presenta el deterioro de la piedra fueron tratados y los componentes estructurales fueron restaurados.
El público visitante de Jerusalén puede disfrutar del esplendor y la fuerza de las paredes, así como la gente disfrutaba cuando los muros se construyeron hace quinientos años”.
Kislev agregó: “Es importante continuar y mantener las murallas de la ciudad después de la conclusión del proyecto con el fin de preservar y presentar en los próximos años uno de los monumentos más importantes de Jerusalén”.
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